- Primero, haz una lista de 5+ personas que te quieren mucho y creen en ti. Pueden ser familiares, amigos y colegas del trabajo.
- Luego identifica a una amiga o cómplice que te ayude a hacer una pequeña encuesta. La idea es que esta persona contacte a tus referidos y les haga las siguientes preguntas:
- ¿Qué hace a (tu nombre) única?
- ¿Cuál es su super poder?
- Cuando la imaginas de aquí a 5 años, ¿cómo la ves?
- ¿Qué crees que podría hacer para desplegar aún más su potencial?

LA MUJER QUE VEMOS EN TI
¿Cómo te ves en 5 años?- le pregunté a algunas Ñustas en nuestras sesiones de coaching.
“Más segura de mí misma”
“Liderando un equipo e inspirando a otros”
“Atreviéndome a emprender”
“Triunfando en el extranjero”
Visiones poderosísimas de un futuro emocionante, pero a 1825 días de distancia. Se sentía tan aspiracional como inalcanzable. Sin embargo, descubrimos algo curioso. Cuando le preguntamos a 5 personas de su entorno personal y profesional cómo las percibían, las describieron como:
“Alguien en quien confío porque cree en sí misma y lo que hace”
“Una líder, una persona a seguir que inspira a sus equipos”
“Ella tiene capacidad y habilidades para generar impacto en las personas de su entorno personal y profesional e influir en procesos de cambio”
“Nunca se da por vencida. La veo triunfando en el extranjero y sé que luego regresará a ser Presidenta del Perú.”
Fue inevitable que el corazón latiera más fuerte y se emocionara hasta las lágrimas. Porque no creíamos que otras personas podían ver en nosotras aquello que sentimos que nos falta o que pensamos que jamás llegaremos a ser. Porque en nuestro playlist a menudo suena el “no soy suficiente” o “todavía me falta más educación, experiencia, dinero, tiempo (o lo que quieras)” para llegar a ser quien anhelo. Hay mucha voz saboteadora que no nos permite conectarnos con nuestra esencia. Pero nuestra esencia es tan fuerte que, aún sin querer hacerlo, se irradia a nuestro entorno. Y, de pronto, te das cuenta que tú eres esa mujer a la que otros admiran en el presente y ven con un futuro brillante.
Así que este es el trato: hoy vamos a dejar de pensar en lo que nos falta y capitalizaremos todo lo que ya tenemos. ¡Manos a la acción!